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Espiritualidad Sacerdotal

Síntesis Tema II 
Punta de Tralca
07 de octubre, 1974

+Enrique Alvear Urrutia
Obispo Auxiliar de Santiago
Vicario Zona Oriente

 

1. Mirando al Señor

Las líneas de nuestra espiritualidad sacerdotal, brotan de la personalidad de Jesús.  En Jesús que se hace hombre, se destaca una línea definitoria:

JESÙS  HIJO
HERMANO
SEÑOR

En Jesús que cumple su misión de Mesías, descubrimos su condición de Rey-Profeta y sacerdote.  Ambos aspectos se complementan y convergen.

2. Jesús Hijo

Vemos a Jesús en su desarrollo, en su crecimiento.  Conduciendo a la humanidad hacia la plenitud, pero mediante el sufrimiento (Hebreos 2/10).

Vive su condición de Hijo, viviendo y experimentando la obediencia (Hebreos 5/8).

Siempre creciendo – haciéndose – perfeccionándose, bajo el impulso del Espíritu Santo (Luc. 2/58).

Como Hijo amado del Padre (Mar. 1/9-11) ve – experimenta y siente como el Espíritu viene sobre Él y sobre el pueblo (Isaías 63), (Isaías 11).  Experimenta la venida de Dios Salvador.  Esta experiencia lo impulsa a vivir de otro modo.  Acaba su vida oculta e inicia la pública.  Recibe la investidura mesiánica. Ve el cumplimiento de los viejos anuncios (Isaías 42).

Tiene un Espíritu de Hijo, que se hace siervo:  Su unción mesiánica lo conduce a la salvación mediante la obediencia, el sufrimiento y cruz.  Hace siempre lo que al Padre le agrada: es el Siervo de Yavé.  El Espíritu lo conduce por esta línea de mesianismo.  Debe caminar como el siervo.  Su obediencia fundamental al Padre es aceptar la misión que será de este modo.  En el Huerto y muchas veces sintió la tentación de no aceptar su misión y sus lineamientos.

¡Vengo oh Dios a hacer tu voluntad!

3. Jesús Hermano:

Hebreos 2/11.17
Comparte la condición humana – no en forma idealista – sino, haciéndose como ellos – experimentando y haciéndose solidario de la suerte y condición humana – semejante en todo.  Probado por el sufrimiento y por eso es capaz de ser hermano – capaz de perdonar, pues carga sobre sí el pecado.  Solidario con todos.  Sin exclusión de ninguna especie.

4. Jesús Señor

Constituido Señor, luego de la resurrección (Rom. 1).  Los Milagros son signos de su señorío.  Dispone de la creación – va haciendo la nueva creación.

Jesús vive en todo momento su condición de Hijo, de Hermano y de Señor.  Y vive esto en unidad perfecta.  Su capacidad de amor y entrega al hombre la saca de su experiencia íntima en Dios: de ese Dios que ama – que se comunica y que salva a los hombres.  No se trata de una experiencia de humanitarismo.

Nosotros:       Nos parcializamos
                      A veces como hijos – pero no hermanos
                      Hermanos y no hijos
                      Hermanos, pero no libres (señorío)

Ésta debe ser la línea básica y fundamental de nuestra espiritualidad.

5. Jesús y la Misión

ES PROFETA y más que profeta, por ser Hijo. (He 1,2)
como hijo ve siempre el rostro del Padre y dice siempre lo que el Padre quiere.  Es la Palabra.

ES SACERDOTE Perfecto mediador: por ser auténtico Hijo y auténtico hermano.

ES REY – SEÑOR: Por su condición de Hijo encarnado y resucitado.

6. NOSOTROS:

OBISPO: Participa plenamente en esta misión de Cristo.
PRESBÍTERO Y DIÁCONO: Participan en la misión del Obispo.

Tenemos la Misión, pero ¿la vivimos con conciencia de Hijos – Hermanos y señores?

Vivamos nuestro ministerio con los mismos sentimientos de Cristo, así lo que hacemos brotará siempre con prontitud y alegría.

 

+Enrique Alvear Urrutia
Obispo Auxiliar de Santiago
Vicario Zona Oriente

 

Punta de Tralca, 7 de octubre 1974

 

 
 
     
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Don Enrique Alvear